Neko

Que llevo muchos dias sin escribir nada porque no paro. Primero que si al Jesusín se lo iban a llevar y ahora han decidido que después del verano, que ya verán. Segundo con el Rafa que me va a volver loca de los nervios porque ahora dice que a lo mejor cierra el cibrecafé y monta un bar de tapas y otro dia dice que va a traspapelar el cibrecafé y que con lo que le den, pues que se va a ir a Malaga, que es donde vive su hermana. Otro dia viene y dice que me va a despedir porque no tiene ni para pagarme. Y mientras tanto yo estoy acabaíta con el trabajo que tengo y con la calor que hace aquí adentro, que dice el Rafa que no pone aire acondicionado porque los ordenadores se estropean. Pero eso no era lo que iba a contar. Yo quería contaros lo bonita que fue la fiesta de mi Kevin. Había de todo y todo y además sin haberlo hecho yo, que eso si que da gusto: canalés, bocadillos de jamón, de chorizo y de nocilla. Había tambien patatas y ganchitos y bolas de queso que son de esas que uno empieza a comer y hasta que no acaba con el plato, pues que no se queda una contenta. Vino la Pringui, el Migue, la Justa, la hermana del Migue y algunas madres del colegio de mi Kevin. También vinieron 15 niños que no pararon de tirarse bolas hasta que salieron los Pogüer Ranllers. Cuando salieron, dijeron por el aparato. A VER, QUE SE ACERQUE AQUI EL KEVIN QUE LOS POGÜERS RANLLERS TIENEN UNA COSA QUE DECIRLE. A mi eso que nombren a mi Kevin por el aparato, pues que me da unas ganas de llorar de la emoción que para qué. Y mi Kevin, tan guapo y tan bien arreglado. Pues le sacaron un pastel con las velas y el chiquillo las sopló todas de golpe. ¡Como le aplaudimos todos, ay! Luego hicieron una discoteca para los niños y les pusieron a bailar los últimos jispareis: APÁ, VOY HASÉ UN CORRÁ y otras canciones tambien muy bonitas y entretenidas. El único que se puso aparte, así como con rencor, fue el sinvergüenza. Una de las veces que yo estaba hablando con la Pringui se acercó y nos dijo: "Hola, soy er Paco, er ex de la Maru" -¡Ah!- dijo la Pringui - Y además soy er que suvensiona er guateque este! - Ah! - volvió a decir la Pringui- Un plaser - El plaser es mío- se animó el sinvergüenza. -Pues nada, a disfrutar, mucho gusto. - Le dijo la Pringui mientras perseguía a un camarero vestido de Güinidepu para ver si le daba un cubata o qué. Y yo, le sonreí al sinvergüenza, le dí las gracias y lo dejé con el Pogüer Ranller rojo aver si le daba conversación y a mi me dejaba tranquila. Y ya está.