Neko

No explico como fue el viaje porque fue muy bonito y muy verde todo. Yo creo que nunca había visto tanto verde junto. La Blanca se portó muy bien con nosotros y, eso ya es un mérito porque mi Kevin, nada más entrar en la utopista, empezó a decir: "maaaaama, ¿cuando llegamos", o también a decir "maaaaama ¿cuanto faaaalta?, o también a decir: "maaaaaaama, la Mari Carmen me está molestaaaaando" o también a decir: "maaaaaama, que el Jesusín no me quiere dar cheeeeeeeetos". Mira, cuando una lo escucha una vez, bueno, pero cuando lo escucha 1258 veces que fueron las que yo lo conté..., pues a las 1259 ya no pude soportarlo más y le pegué un chillido que por poco la Blanca se sale del carril de la utopista. Pero bueno, eso es lo de menos, porque cuando llegamos a Masueco de la Ribera: ¡Menudo recibimiento! Vino la alcalda, los concejales, la madre de la Banca, la orquesta municipal y el afilador que, aunque no era del pueblo, pues estaba por allí y quiso saber qué era toda aquella fiesta. La alcalda nos dió un abrazo a los cuatro y dijo unas palabras y yo, como estaba tan sensitiva, pues no sé muy bien lo que dijo porque yo tenía los ojos empañados de lágrimas vivas. La orquesta toco el hirno del pueblo, que es como un pasodoble pero con muchos tambores ,y las personas del pueblo pues habían montado una mesa muy larga con de todo y todo: chorizos, chorizos, chorizos y otras cosas. Como llegamos exhuaustos del viaje y con mucha hambruna, pues nos sentamos allí, a comer chorizo y beber vinillo del bueno, o a mí eso me parecía y, oye, se nos hicieron las tantas. Como ya estabamos todos muy contentos y animados la orquesta se puso a tocar las canciones que habían ensayado para las fiestas:¡tendríais que habernos visto bailarlas todas! Y mi Kevin , mi Mari Carmen y mi Jesusín allí corriendo con los demás niños del pueblo y yo pensé: ¡Pero que irilico que es todo esto! Pero pensé poco porque la orquesta se puso a tocar el Paquito el Chocolatero y a mí, la del Paquito me vuelve loca.