Neko

Tengo la cabeza confundida de la emoción. Que he hablado con el Rafa y me ha dicho que la semana que viene lleve mi carné de identidad al Sr. Manolo, que me hará firmar los papeles porque me va a contratar. Me ha dicho que ahora ya le dejan tener en el bar "los pinxos esos tan güenos que tu hases, que urtimamente vienen de Barcelona toa a comerlos y eso vale un potosí" Yo lo he entendido todo menos lo del potosí, que a mi me suena a la planta esa que tiene la Justa, que se le ha apoderado del comedor. Pero la Justa dice que esa planta ni tocarla porque le ha dado siempre mucha salud. Pero a lo que voy, que cuando el Rafa me ha dicho que me contrataba y yo me he puesto a dar chillidos de alegría y abrazos a todos los que entraban en el cibrecafé, pues que entonces he caído que en Navidad nos vamos a ver a mi Jesusín. Como yo estoy aprendiendo mucho de mis fanes y de los blobs de la galaxia que me leo cuando puedo y que entiendo lo que entiendo, pues entonces le he dicho al Rafa. "Mira Rafa, yo estoy muy contenta de la emoción pero tengo también una pena grandísima". El Rafa me ha mirado como mirando a Segovia, con cara arrogativa, sin abrir la boca pero preguntándome todo. Y yo he seguido con mi charla explicativa de la situación: "Rafa, que resulta que en Navidad me espera mi Jesusín y si no voy a verlo, pues se va a morir de la pena y yo también y no cundiré lo mismo haciendo pinchos porque la pena me pone torpe y..." Pero no me ha dejado continuar. Ha levantado la mano como el mismisimo Moisés deseparando las aguas de los mares y me ha dicho: "Maru, yo no te he dicho que no vayas. Vamó, yo quiero que vayas y que traigas varias ristras de ese chorizo tan güeno que hasen aonde vive el Jesusín". Se me han puesto los ojos a rebosar de las lágrimas de la alegría tan grandísima que yo tenía y entonces me ha venido un chorro de vida de colores y de pensar que las personas no son tan enrretorcidas como yo me creía.