Neko

¿Pues no que ayer por la tarde, después de habernos comido mi Kevin, mi Mari Carmen y yo mismamente el quilo de castañas y de moniatos y de estar los tres tan a gusto viendo la pelicula que daban por la tele, pues no que llaman a la puerta y aparece el sinvergüenza? Si lo escribo así, con intrerogaciones es por la cara de intrerogación que puse al verle. ¿Pues no que va y me dice que quiere de volver? Y yo le dije en la misma puerta sin dejarlo ni entrar, ni ver a mi Kevin ni a mi Mari Carmen porque hace más de quince días que se fue y oye, ni llamarlos, ni decirles, ni nada de nada. Pues eso, que me pierdo con la sofoquina que me entra sólo de pensarlo, que va y me dice: Maru, que mequivocao en rotundidad, que yo te quiero a tí, a los niños y que sólo me he dao cuenta ahora, que menterao que eres más lista de lo que pensaba y más guapa y más tó". Y yo, como si se me hubiera aparecido el mismisimo Bercebús lo mire con cara de susto y le dije: Dejame Paco, que todavía tengo mucho que de pensar. Y cuando empezó a bajar las escaleras le dije: Ah! Paco, se me olvidaba: suelta ahora mismo los dineros del alquiler si no quieres que tus niños se conviertan enmenos de un mes en diligentes y tenga que de irme con ellos a la portería a de pedir. Y el sinvergüenza me dijo: Pues dejame verlos. Y yo le dije: Pues suelta los dineros. Y el sinvergüenza me dijo: Pues hasta mañana que habra el banco no los tendré. Y yo le dije: Pues mañana en cuanto sueltes los dineros los verás. Y el sinvergüenza se fue con la cabeza gacha sin de discutir ni nada, y yo, me quedé en la puerta mirando como se iba como la reina de Samba.