Neko

Pues a las cuatro estaba con el Migue en el cibrecafé. Me he puesto una camiseta amarilla limón de la hija de la Justa y yo sé porque lo ví en un programa de televisión que el amarillo es el color de los artistas . El cibrecafé es un poco apretado. Tiene diez mesas con diez ordenadores y diez personas agarradas al mause con una mano y con la otra a la cerveza. Y yo pienso: ¿por qué lo llaman cibrecafé y no cibrecerveza? Pero esos son pensamientos fisolóficos que no vienen al caso. Me ha recibido un chico un tan sucio como el cibrecafé y me ha dicho que es el dueño del cotarro y que buscan a una persona espabilá como yo, y que qué sabía hacer. Yo le he explicado que además de delimpiar y de debarrer que también hago unos pinchos de tortilla de patata con pimiento buenísimos y que además puedo cobrarles las horas a los cibrecerveceros que para eso de las cuentas no hay quien me gane. ¡Que empiezo mañana! Que me ha dicho que me pagará por las horas que vaya, que no me hará contratación ninguna porque los contratos no sirven pá ná y que si viene una ispección pues que me agarre a un mause y que disimule. Y tengo unos nervios que le he pedido al Migue que me dejará escribir un poco en su ordenador y él me ha dicho que si le hacía unas torrijas que yo las hago muy buenas y yo le he dicho que se las hago con leche que no tengo vino y ahora me voy a la cocina que ya es muy tarde y mi Kevin y mi Mari Carmen están a punto de venir de la extraescolar.