Neko

lunes, octubre 17, 2005
posted by La Maru at 10/17/2005 07:14:00 p. m.
Cuando volvía de la excursión pues pensé que tenía que hablar con el sinvergüenza. Que una persona humana como yo, que ahora iba a ponerse a conocer el mundo e iba a hacerse tan independentista pues que no podia de convivir con una persona con la que ni habla, ni le mira, ni de otras cosas que ni quiero espresarlas. Así que cuando llegué con mi Kevin arrengaíto y con mi Mari Carmen lloriqueando los acosté con un vaso de leche del Carrefu y me plante delante del sinvergüenza. Plantarme delante del sinvergüenza es ponerme delante de la tele y esperar que me diga: ¡Quieres poner tu culo gordo en otro lado! Pero el sinvergüenza sólo me dijo: ¡Qué! Y yo le dije: Paco, tu me has estado engañando, que yo lo sé, que pille a tu querida en la puerta de la fábrica y me dijo que era tu querida. Y entonces el Paco me dijo: Maru, no es lo que parece. Esa contestación, un día la Paca la pescatera explicaba a las que estabamos viendo los boquerones, que los hombres los pilles como los pilles, aunque sean en tu cama con la pilingui siempre contestan que no es lo que parece, que se lo dijeran a ella que pilló un día a su marido dale que te pego con la dependienta y encima después, cuando estaban con lo de la deseparación el le quería quitar la pescatería y todo. Bueno, a los niños no, que los niños se los quedara ella que eso de madre lo hacía muy bien. Así que cuando el Paco me dijo que no era lo que parecía, yo no pude derreprimirme y empecé a darle chillidos por lo bajo, que más que enfadada parecía una posesa y el Paco sólo que de mirarme y yo sólo que de gritar bajo hasta que me dí cuenta que me estaba ahogando porque con el disgusto dejé de respirar y entonces cogí aire con mis dos buenos pulmones que otra cosa no pero tengo unos pulmones que para qué y le dije: - O confiesas tu culpa o te llevo a la máquina de la verdad. Entonces hubo un silencio y mi Kevin gritó desde la habitación: -Maaaaama, quiero aaaaaagua. Sin decir nada más sali de enfrente de donde estaba él sinvergüenza y le llevé a mi Kevin un vaso de agua. Cuando volví, seguía con la misma cara de estrupefato con la que lo dejé. Y el sinvergüenza habló: - Maru, sí, tengañao porque tu no me dabas lo que un hombre necesita, pero lo de la Rubi ya sacabao. En ese momento me paso toda la vida como cuando explican en la tele que uno cuando se muere le pasa la vida: a toda velocidad y con muy mala leche. - Y que hacemos, porque yo no soy cornuda de nadie. Y él me dijo: - Si quieres me voy. Y entonces no le dije nada, solo lo miré con mucha rabia y me metí en la cocina. El sinvergüenza vino detrás mío y me pregunto: -Pero ¿me perdonas? Y yo no contesté, no porque no quisiera contestarle sino porque no sabía que decirle. Ahora sigo enturbiada porque no sé que tengo que hacer.
 



2 Comments:


At 10/18/2005 08:02:00 p. m., Anonymous Anónimo

Dejalo Maru, que los sinvergüenzas como el Paco no tienen arreglo ninguno.



La Yeni

 

At 10/18/2005 10:02:00 p. m., Anonymous Anónimo

Dejalo Maru, que los sinvergüenzas como el Paco no tienen arreglo ninguno.



La Yeni