Neko

Que con la emoción en el cibrecafé he debido hacer un mal gesto y se me ha agarrado una testículis en el cuello que para qué y el pobrecito se me ha quedado como el palo de la escoba. Y lo peor no ha sido eso sino el dolor de no poder ni mover los ojos. Eso me ha pasado a las once de la mañana, cuando yo ya tenía los pinchos de tortilla con pimientos preparados y estaba hablando con el Sumaquer. El Sumaquer me ha dicho que él en realidad se llama Jacinto Pérez pero que en el barrio le dicen el Sumaquer porque "le da mucha caña al carro de sus viejos". Y entonces, yo que soy una mujer istruida y que cada vez que puedo veo el diario de Patricia que se aprende mucho y ahora, que me ha dejado el sinvergüenza, pues me veo también el Salsa Rosa. Ya me he perdido. Vamos, que yo le he dicho: Pues vete con cuidado Sumaquer no te vayan a llamar el Farruquito. Pero creo que no le ha hecho mucha gracia porque se ha dado la vuelta y solo me miraba para pedirme cerveza. Y ha sido entonces cuando me ha dado el crujido en el cuello, pero claro, ahora que el Rafa me ha nombrado señora ejecutiva de limpieza y otros (que los otros debe ser lo de los pinchos), pues me he quedado allí hasta que ha sido la hora de irme. Ahora me voy al seguro a ver si me ponen el cuello en el sitio.