Neko

Pues eso, a las 8 en punto estaba yo dispuesta a celebrarlo todo. Los niños con la Pura, que ya habia vuelto del pueblo y estaba muy dispuesta a colaborar. Me dijo que ese seria mi regalo: el darles de merendar a mi Kevin y a mi Mari Carmen ricuras del pueblo, darles de cenar y acostarlos en el comedor, en el sofa cama, para que yo, Maria Concepción, me fuera con mi Paco a romper la noche. Eso de romper la noche es una frase que dice mucho la hija de la Pura, que es muy moderna. El vestido que me regalo mi Paco era muy extremadísimo. Era negro y colorado por los repuntes y un poco ceñido. Entonces fue cuando noté que mis esfuerzos con la Yein y con el papel de plata habían servido para algo, y que caramba, era mi cumpleaños, ¿no? Me peine a lo asalvajado, con un pelo para un lado y otro para otro y vaya, parecía una artista de peliculas de jolivut. El López, el que le gustan los pimientos asados, le prestó a mi Paco el ford fiesta con aire acondicionado y todo y ya ves, el Paco pitando en la puerta, la Justa asomada a la ventana con mi Kevin y mi Mari Carmen diciendome adiós y yo, entrando en el coche fresquito como una diosa.