Neko

Y pasó que después de mi mala contestación al Paco, se fue para nuestra habitación donde tengo a la Virgen de los Dolores y a mi ordenador, bueno su ordenador que él ni lo mira ni nada de nada y cabreado como un mono arranco el teclado de un manotazo mientras me decía: Mira Maru. estoy hasta los cojones de que le hagas más caso al ordenador que a mi y sabes lo que te digo, que esto ya se ha acabao. Tú a la cocina a preparame las tortillas y los pimientos y a callar... Yo no sé que me dió pero me puse con un ataque de nervios. Me puse como las locas. Me puse a llorar a grito pelado y a decirle: Paco, tu ya no me quieres, Paco tu ya no me quieres, Paco tu ya no me quieres. Menos mal que mi Kevin y mi Mari Carmen estaban en casa de la vecina viendo los dibujos del canal plus, que algunos sábados, como que le da pena a mi vecina verlos sudar y resudar y se los lleva a su casa con sus niños a ver el canal disni chanel. Pues a lo que iba, que me puse como emperrada en que mi Paco no me quería y que menudo disgusto me había dado y que había que ver lo desgraciada que era una, que para una afición que encuentra una mira como te la pagan. Y mi Paco, al verme tan fuera de mí misma se puso blanquito como la cal y dió un portazo y se fue para la calle. Le hice las tortillas de patatas, los pimientos asados para dar de comer a toda la plantilla de la fábrica. Después me arreglé y me fuí a buscar a mis niños porque lo que si que tenía claro con mis nervios y todo es que al dia siguiente mis niños y yo mañana nos iríamos a la playa. Paco llegó tardísimo y con la cabeza gacha como los perros pachones. Yo, en aquel momento no lo quería, pero no lo quería ni ver, ni sentir. Entró en la cocina y me dijo: Maru, perdóname que yo soy mu burro y a veces mis ditintos pueden más que yo mismamente. He llamado a la casa de los ordenadores y me han dicho que el lunes mismo vendrán a arreglarlo. Maru, que si quieres vamos mañana todos a la playa, que yo con los del trabajo ya puedo quedar otro día, eh Maru. Y yo me puse otra vez a llorar pero bajito y entonces mi Paco me cogió y me dió un beso, así como de las películas mientras mi Kevin y mi Mari Carmen nos miraban con cara de atontados. Claro, es que es la primera vez que ven a su padre y a su madre dándose un beso de tirabuzón. Mi Kevin dijo: Mira Mari, como en las películas. Y mi Paco, sin soltarme, se revolvió al niño y le dijo: es que tu madre es más guapa que una artista de las películas. Y los niños se rieron y yo me olvide de todo y por un momento me sentí feliz.