Neko

Mi Kevin es muy cabezón. Lo que quiero decir no es que tenga la cabeza grande, no, sino que le viene de cuando era un matozoide. Ya se retrasó a la hora de nacer. Entre gorda que me puse porque a mi lo que me apetecía era comer bocadillos de chorizo, que es una manía que tengo desde chiquitilla y lo que el se retrasaba parecía una elefanta. Mi Paco me decía: Mira Maru, que lo que creo que vas a parir no va a ser un niño sino un rinoceronte y ,mientras tanto, a sufrir con las calores que ya tenía en mi misma y con el dolor de costado que creo que mi Kevin, ya desde matozoide, decidió poner su cabezón en mis riñones. Pero bueno, a lo que voy que siempre me pierdo y luego no sé ni lo que estoy diciendo, pues que el otro día le digo a mi Kevin: Cariño, porque yo siempre le hablo así a mis niños menos cuando me enfado, que eso son muchas veces al día y, además oí en un programa de televisión, que si se les habla con amor a los niños pueden llegar a ser hasta ministros y creo que mi Kevin va para al menos presidente del gobierno. Ay! que día llevo! Pues le dije: Cariño ¿has recogido la macron machin? Y va el niño y me dice: Mira mama, que yo soy el otro hombre de la casa y los hombres en esta casa no recogen, sólo ensucian. Y entonces se me fue la sicología esa a los pies y le dije: O recoges la macron machin o te pego un guantazo que no te reconoce ni tu padre. Y mi Kevin me dice: Mama, ya te he dicho que no pienso recogerla y si me das un guantazo llamo a la asociación de victimas de madres histericas y se te cae el pelo. Entonces se hizo un silencio y despues se oyó el guantazo que le arreé mientras le decía: pues denuncia lo que quieras que a partir de este momento dejo de ser tu madre. Y el muy sinvergüenza me contesta: Pues vale. Y así estoy, sin hacer de madre y un poco ortusa por la situacion