Neko

¡Ay que ver que susto más grande me han dado esta mañana! Pues resulta que había quedado con el sinvergüenza en la puerta del banco donde tiene los dineros para que me pagara la pensión y, un poco antes de que llegará, un señor, así como muy mal vestido me ha dado un empujón y me ha metido dentro del banco. Luego me ha enseñado una navaja como de Burgos, porque aunque la policía me ha dicho que lo único de Burgos es el queso y que las navajas son de Albacete, pues yo creo que era de Burgos porque llevaba dibujos en lo que es la navaja de pinchar. Pues bueno, a lo que voy, que con este susto ya no sé ni lo que me digo, pues el hombre ese me dice: - Dame tó lo que tengas. - Pero si no tengo nada- le he dicho yo porque era verdad. - Que me des tó lo que tengas y no me mires. - Pero si no te miro y de verdad, que no tengo nada, mira, mira el monedero. Yo cuando le enseñaba el monedero los ojos se me iban a la cara del señor atracador. Entonces cuando ha visto que no tenía más que un susto grandísimo, ha cogido y se ha ido corriendo. Entonces ha llegado el sinvergüenza y me ha pillado con una temblina que para qué y me ha cogido del brazo y me ha llevado a la polícia para que denunciara al señor atracador. El policía estaba comiendose un bocadillo de salchichón y cuando le he explicado todo, todo, sin dejar de masticar me ha dicho: - Señora, pero le ha robado o le ha hecho daño o le ha intentado violar o le ha insultado o algo. Yo le he dicho que no, que lo que me ha dado era un susto muy grande y que yo me he fijado muy bien como era por si lo pillaban y lo tenía que ver por esos cristales que el atracador no te ve, pero tú sí y que estaba dispuesta a ir a eso de los espejos. Pues el policía va y me dice: - Mire señora, la próxima vez que la atraquen y se le lleve algo el individuo (que no sé que es eso del individuo), pues vuelva que cursaremos la denuncia. Y ahora tengo dos sustos porque si el policía me ha dicho que la próxima vez seguro que me atracan eso quiere decir que me van a volver a atracar ¿no?